jueves, 20 de noviembre de 2008

Presentación del primer tomo de la Colección Edmundo Ribadeneira:
Estudio Biográfico de Edmundo Ribadeneira



Autor: Cristian Avecillas Sigüenza



Sábado 29 de noviembre de 2008
Sala Alfredo Pareja Diezcanseco
Centro de Convenciones Eugenio Espejo
(Junto a la maternidad Isidro Ayora)
19:30



Tras 3 años de investigaciones y escritura, Cristian Avecillas Sigüenza (Quito, 1977) ha conseguido estructurar en forma enciclopédica la vida y la obra de Edmundo Ribadeneira, un una colección de 4 volúmenes, cuyo primer tomo, Estudio Biográfico de Edmundo Ribadeneira, será presentado el día jueves 20 de noviembre de 2008 por el señor Ministro de Cultura, Galo Mora Witt, en el auditorio Agustín Cueva del Ministerio de Cultura del Ecuador.

Esta obra enciclopédica está compuesta por los siguientes volúmenes: Estudio biográfico de Edmundo Ribadeneira, Concierto de voces para una biografía (libro de entrevistas), Diccionario de Edmundo Ribadeneira, y el libro póstumo del profesor Ribadeneira, El Cajón Postergado.

El primero de estos tomos, auspiciado por el Comité Nacional Permanente de Conmemoraciones Cívicas, con el aval del Ministerio de Cultura del Ecuador, y publicado por la Editorial El Conejo, cuenta con 600 páginas y más de 80 fotografías sobre la vida y la ingente gestión pública del Profesor Ribadeneira, uno de los más importantes referentes de nuestra historia cultural, cuya memoria es rescatada, con detalle y argumento, en este trabajo.

Según Irving Zapater: “Cristian Avecillas Sigüenza, investigador y poeta, y él también gestor cultural, describe en este libro, con lenguaje claro y sencillo, los capítulos más relevantes de la vida de Edmundo Ribadeneira y lo hace para fijar, en los anales de la historia de la cultura de nuestro país, una vida de cuyo recuerdo no se puede prescindir en el futuro”.


ALGUNOS DATOS SOBRE EDMUNDO RIBADENEIRA:

El Profesor Edmundo Ribadeneira (1920-2004), hombre universitario con más de 40 años al servicio de la educación de los ecuatorianos como profesor, decano de la Facultad de Artes y Vicerrector de la Universidad Central del Ecuador, ha sido uno de los más importantes referentes de nuestra historia cultural; sin embargo, tras su desaparición repentina, su enorme obra y la vigencia de sus ideas quedaron postergadas al desconocimiento de las nuevas generaciones tanto por la inercia de las instituciones culturales del país como por la falta de trabajos de investigación serios y detallados .

Es así como, con esta Enciclopedia Colección Edmundo Ribadeneira, y sobre todo con su 1º tomo titulado Estudio biográfico de Edmundo Ribadeneira, de Cristian Avecillas Sigüenza, brota, nuevamente, a la luz, la ejemplar y referente trayectoria de quien se desempeñó en los más altos cargos de responsabilidad cultural de nuestro país, como la Presidencia de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (1979-1988), y se palia, en mucho, la desinformación que sobre su indiscutible figura se ha cernido.

Edmundo Ribadeneira, autor de más de 20 libros, profesor de más de 15 cátedras en la Universidad Central, además de ser Presidente de la Casa de la Cultura, es recordado por su liderazgo militante al frente de todos los órdenes de las actividades culturales del Ecuador de los últimos tiempos, ya que construyó los edificios de la Facultad de Artes de la Universidad Central y el Edificio Matriz de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, además, en compañía del poeta Ulises Estrella, fundó la Cinemateca Nacional de Cultura y, en compañía del Dr. Luis Romo Saltos, organizó el Primer Congreso de Ciencias del Ecuador. Además de haber mantenido una columna de opinión (De todo un poco) por más de 15 años en el Diario El Comercio de Quito, fue colaborador de diferentes medios de comunicación escrita tanto del Ecuador (como la Revista Vistazo, el Diario El Sol, el diario del Ecuador, Revista Mañana, etc.) como de Chile (como el diario El Siglo, periódico Ultimas Noticias, Revista Portal, etc.)

Fue galardonado en múltiples ocasiones por diferentes instituciones educativas (condecoración Al Mérito Educativo, IECE, 1994), deportivas (Presidente Ilustre de Liga Deportiva Universitaria de Quito, 1981) periodísticas (Premio Nacional ‘Eugenio Espejo’ Categoría Periodismo de Opinión UNP, 1999), así como recibió los dos premios culturales más importantes del Ecuador: El Premio Nacional en Cultura Eugenio Espejo (1988) y la Condecoración Vicente Rocafuerte del Congreso Nacional del Ecuador (2004). Internacionalmente también fue reconocido su trabajo como administrador de la cultura por lo que recibió diversas condecoraciones de países como Francia (Officier dans l’Ordre des Arts et des Letres del Gobierno de Francia, 1996), México (Águila Azteca, 1980), Bulgaria (Mil trescientos años de Bulgaria, 1981), Brasil (Cruz Azul, 1982), etc.




martes, 21 de octubre de 2008

MENCIÓN PARTICULAR PREMIO NÓSSIDE 2008, ITALIA

POEMAS DE:
Cristian Avecillas Sigüenza

EL ROSTRO DE DÍA



a Cuba,
donde cada mujer es una Isla.

Voy a hacer la faz del día porque todos vamos a la noche
Y caemos en la lentitud para entender la prisa
Si encontramos la sonrisa que nos muestra en dónde está la soledad.

Voy a hacer un rostro:
Una forma en español donde el deseo mande,
Un espejo en donde ver a una mujer.

Voy a hacer un rostro:
El olor del viento es la única materia que preciso
Y una hermosa cabellera acompasada con el aire.

Diseñar sus ojos con las cosas que imaginan las mujeres sobre el cielo,
Trabajar sus labios sobre todos los peligros incansables del infierno,
Y encontrar su frente por encima de todo lo posible
Y de todo lo sagrado.

Elegir las cicatrices del poniente
Para entrar en sus mejillas con la sombra de los pájaros,
Levantar sobre sus pómulos el fin del horizonte
Y tocar todos los bordes donde acaba la inocencia,
Y sentir, sentir que allí yacen los héroes,
Allí donde el perfil se anuncia,
Allí donde el poema acaba.


LA INTUICIÓN

Voy a emprender la retirada, no vaya a ser un hombre el que se acerca.
ARISTÓFANES, La asamblea de las mujeres


La tribu se demuestra: hondo en la planicie danza el jefe.
Los tambores en las yemas dan el rumbo.
Molde: el brinco sobre la esperanza.

La raza camuflada grita,
Hervidero armado en pos de un animal.
Las mujeres prenden la fogata en la ladera
Y la tribu entera participa:
Ya es la cacería.

Así en la mente:
Danza el jefe y es una verdad.
Sientes una música,
Una raza en el estómago,
Un tambor sobre la pierna
Y no es sospecha, ya es verdad;
Porque el rumbo vislumbrado, la fogata anticipada,
La esperanza compartida, te revelan la verdad:

“No, mujer, no sigas;
Detente cuando intuyas que estás sola:
Ya es la cacería”.


LA IDENTIDAD FEMENINA

a Paola Avecillas



Una mujer así no se avergüenza de morir.
Yo he sido de esas.
ANNE SEXTON, De esas



Leo el horóscopo y me reconozco en todos los destinos del zodiaco.
Todos los signos soy yo,
Lo que le sucede a otras mujeres me sucede a mí,
Lo que vaticinan los ejércitos astrales,
Lo que desprotegen los videntes, me sucede a mí;
Y me siento definida como todas,
Definida y defendida en la escritura.

Nací Tauro, una luz de carne vio mi madre en su desmayo;
Ya era yo parte del tiempo:
En algún lugar un dios pensó en mi boca y me entregó una boca.

De Piscis tengo el alma, esa luz que se extravió después del parto,
Esa seducción de ser cualquier persona;
Y como yo, toda Capricornio,
Tengo esencia de ritual, todo es mística en la carne.

De Virgo tengo el tótem,
Me venera la sangre y me venera el espectáculo cuando se acerca un hombre.
De Cáncer tengo la sensación al fondo del temperamento.
Siempre guardo mi importancia, mi niñez.

De Libra, la armonía para discordar,
Jamás me siento inmóvil
Porque el mundo espera mis palabras para hablarme,
Porque el horizonte siempre es plano
Y es el ojo el que imagina las montañas.

Géminis me dio la magia,
Dos miradas para traspasar al hombre del que aprendo,
Porque en el final me veo a mí.

Y no me importa trasnochar cuando la noche puede ser vencida,
Cuando el remate de una lengua ya no es lengua
Sino principio de vendimia,
Cuando el deseo no es deseo y sí poema;
Y así amo: siento todos los destinos desarmando todos los placeres.
Una vez incluso me tocaron
Y nada más fue necesario para el brote.
Justo en el lugar, justo en el momento,
Ese dedo suyo desdobló mi punto
Y entre puntos me deshice de la noche.

Lábilmente amaba,
Siempre organizada para ser amada, siempre mereciendo ser amada:
Una carne construida en un poema
Con un verbo conjugado en dos diafragmas.
Núbilmente soy otras mujeres, el destino de una es mi destino,
La fragancia es universal;
Y si ya no crees en dios, cree en la intuición de una mujer.

Mi intelecto es Escorpión: no medito, me transformo frente al fuego,
Y frente al meditar no soy el fuego, soy meditación;
Y mucho más que todas, yo soy Aries:
Cuando busco el cielo encuentro el cielo.

Mis pupilas miran como Sagitario:
Todo se distiende frente a mí cuando me escuchan;
Hablo un poco para protegerme
Pero observo el adjetivo y me deshago de los nombres.

Y ante la ocasión del sentimiento,
Soy Acuario: nadie puede asirse tanto en el sudor.

Y que nunca salga herida una mujer, no.
No dañes a ninguna, no la engañes.
Cuando sufre una, sufren todas.
No violentes, no perturbes, no compares,
Porque sufren todas, porque salta Leo.



Mención Particular
Concurso Global de Poesía Nósside
Itália, 2008

martes, 2 de septiembre de 2008

PRESENTACIÓN
Todos los cadáveres soy yo
Jueves 11 de septiembre,
19:00
Sala Jorge Icaza
Casa de la Cultura Ecuatoriana
Breves apuntes sobre
Todos los cadáveres soy yo
Wladimir Chávez[1]


Hans Børli, lírico noruego, dramaturgo y novelista, sabía muy bien lo que significaba cortar y crear, tajar y concebir. Además de artista, Børli era leñador, oficio que practicó escrupulosamente a lo largo de su vida. Aquella afición por trinchar se trasladó a la pluma. Con ella en la mano, sobre la página inmaculada, el ganador del Premio de la Crítica (1970) podía, sin ir más lejos, cavilar sobre la esencia de la poesía y vincularla con la sangre de escritores y lectores. Las palabras se volvían como un flujo en las venas, como un órgano vital.


Sangre, ataja Børli, dicen que un poema debe ser escrito con sangre. Para mí es al revés. Yo no escribo con sangre. Yo sangro palabras. Y no requiero de vendaje alguno. (La traducción es mía).

Justamente, Avecillas (Quito, 1977) encuentra esa excusa de los cuerpos inertes para hablar, a su modo particularísimo, de la esencia y vitalidad de la poesía. Y más que eso: del tiempo y el fin. El poema es terminar el muerto / destruirse con el verso que parezca ser verdad.

Con el uso de imágenes sólidas y declaraciones semi-abstractas, Avecillas se decide a encarar, radical, las connotaciones surgidas de los restos de un camposanto. Lo inevitable en nuestro ciclo natural. En sus versos encontramos lo genérico transferido, reivindicado en lo singular, aquella máxima de Borges de que un hombre son todos los hombres. Todos los cadáveres soy yo comparte esa perspectiva. Su voz poética no teme al manifestar soy la humanidad / raíz abajo y pasto arriba.

La obra llega a nosotros dividida en tres partes: Cantar de la hediondez, Virgen funeral y Esqueleto de un poema. En el viaje que implica su lectura, una visión subjetiva nos guía con sus reflexiones. Así nos llega la invitación para ponernos a la altura de los gusanos y reconocer nuestra divinidad. También para percibir lo femenino, el deseo y la palabra.

No es ésta la primera incursión literaria de Avecillas, aunque sí la que más repercusión ha causado. Poeta y dramaturgo, Avecillas debe encontrar en el texto de Todos los cadáveres soy yo su punto de ruptura. La Mención de Honor en el 49 Concurso Internacional de Poesía, Casa de las Américas, Cuba (2008), no es un galardón despreciable. Para sentar un contexto, en la generación del leñador Børli el equivalente habría sido el desaparecido premio Oktoberprisen. Y es que lo bueno de los premios literarios (sobre todo los de larga tradición) es la publicidad que generan. La invitación al lector para acercarse y descubrir una voz distinta. Y en un país como Ecuador, donde la literatura de por sí ocupa un lugar secundario, este detalle no resulta marginal.
Siendo esta obra un punto de ruptura, tenemos aquí un nuevo nacimiento de Avecillas. Ha parido, y ya el texto no es suyo. Está a disposición del público, de sus comentarios, de sus halagos y hasta de su desprecio. Como dice el poeta: Nacer de nuevo / volver a ser un estropajo entre dos senos.

Se trata ésta de una lectura recomendada, un texto que debería llamar la atención de la crítica local. Al fin y al cabo, como Hans Børli, el lírico noruego mencionado al inicio, Avecillas sabe crear y tajar, concebir y cortar.

[1] Wladimir Chávez (Quito, 1977) reside en Escandinavia desde el 2001. En Noruega ha colaborado con la universidad abierta de Buskerud-Vestfold –Telemark y las universidades de Bergen y Trondheim. En la actualidad trabaja como profesor en las escuelas politéctnicas de Østfold y Bodø.

martes, 17 de junio de 2008

TODOS LOS CADÁVERES SOY YO

MENCIÓN DE HONOR
XLIX Premio Literario Casa de las Américas
CUBA, 2008



ALGUNAS APOSTILLAS


1

El Jurado -integrado por Carmen Berenguer (Chile), Jorge Boccanera (Argentina), Gustavo Pereira (Venezuela), Juan Manuel Roca (Colombia) y Alex Pausides (Cuba)- concedió a este libro una Mención de Honor en el XLIX Premio Literario Internacional Casa de las Américas, Cuba.
2
El cuidado editorial y la publicación de Todos los cadáveres soy, fue generosa responsabilidad del Departamento de Publicaciones de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, presidido por el Dr. Fabián Guerrero Obando.
3
Las fotografías interiores y de portada fueron realizadas con la tinosa y fraterna visión del fotógrafo ecuatoriano Juan Antonio Serrano.
4
La diagramación y el diseño, obra de Pablo Cajas Vargas. La impresión estuvo a cargo del equipo de trabajo eficaz del Fondo Editorial "Pedro Jorge Vera" de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, presidido por Fidel Borja.